Pienso sobre la importancia de ser mirados, retratados, para así no olvidarnos.
Cuando alguien nos mira, nos reconoce. Está en juego la existencia.
Creo que la indiferencia no existe, es forzosa, no nos queda otra que mirarnos, por elección.
Pienso en que al ser mirados, nos despojan de todo lo material, como cuando estamos al aire libre, solo estamos vos y yo
para mirarnos. No tenemos dónde escondernos. Y no quiero que perdamos la capacidad de jugar, de difrutar y reirnos, como
chicos, con su mirada inocente sobre el mundo, parecida a los cuentos de hadas, sin ese desencanto que nos sobreviene cuando
crecemos y descubrimos que todo lo que necesitemos no va a estar ahí y para siempre.
A veces fanteseo con la idea de volver al vientre materno, dicen que podríamos recordar cómo se vive ahí adentro, donde todo
Cuando alguien nos mira, nos reconoce. Está en juego la existencia.
Creo que la indiferencia no existe, es forzosa, no nos queda otra que mirarnos, por elección.
Pienso en que al ser mirados, nos despojan de todo lo material, como cuando estamos al aire libre, solo estamos vos y yo
para mirarnos. No tenemos dónde escondernos. Y no quiero que perdamos la capacidad de jugar, de difrutar y reirnos, como
chicos, con su mirada inocente sobre el mundo, parecida a los cuentos de hadas, sin ese desencanto que nos sobreviene cuando
crecemos y descubrimos que todo lo que necesitemos no va a estar ahí y para siempre.
A veces fanteseo con la idea de volver al vientre materno, dicen que podríamos recordar cómo se vive ahí adentro, donde todo
empezó y sin embargo todavía no sabemos a dónde vamos. El ciclo se va a repetir hasta el infinito, pero cada nueva vida va a ser
distinta.
distinta.
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